¿Crees que el bricolaje y el DIY no son para ti? ¿Te mueres de ganas de probar tu creatividad pero te da miedo que sea un desastre? Fuera mensajes negativos. ¡Tú puedes hacerlo!
Te propongo empezar por un proyecto sencillo. Como éste que te enseño aquí: pintar una silla vieja. Esta silla va por su sexta o séptima vida. Es una silla gato : )
Puedes comprar una silla de segunda mano, o recoger una en la basura o rescatar esa que un amigo o familiar va a tirar. Solo necesitas brocha, pintura y ponerte manos a la obra. Utiliza un mueble de muy poco valor y así no tendrás miedo a estropearlo y trabajarás con más libertad.
Yo he probado las nuevas pinturas a la tiza de Leroy Merlin. Son pinturas densas, cubren mucho en cada capa y se adhieren a cualquier superficie. Además su acabado mate y aterciopelado es espectacular. No son la pintura más resistente del mundo pero permiten hacer cambios rápidos y con una capa de barniz será más resistente.
Materiales:
- Mueble viejo que iba a la basura
- Pintura a la tiza, esta es la color rosa Chalky finish de Leroy Merlin.
- Brocha
- Lija suave
- Barniz mate
Paso a paso:
1. Lo primero es limpiar el mueble, si hay restos de grasa o suciedad la pintura no se podrá adherir bien.
TIP: La pintura a la tiza es al agua, se limpia muy fácil y no huele. Se puede aplicar dentro de casa sin problemas.
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TIP: La pintura a la tiza seca muy rápido, lo que permite acabar el proyecto en muy poco tiempo.
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TIP: La pintura a la tiza es perfecta para cambios rápidos y sin complicaciones. Si buscas una mayor resistencia yo elegiría un esmalte pero creo que para quitarle el miedo a esto de pintar muebles, la pintura a la tiza es una buena opción.
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