¿CONOCES TU HUELLA HÍDRICA?

Vivimos en el planeta azul, un planeta con agua que permite que exista la vida en él. El agua es imprescindible para la vida por lo que es un tesoro que debemos cuidar con todo nuestro empeño. No he dicho nada nuevo.

El 70% de la superficie del planeta está cubierta de agua pero la mayoría es agua salada. Sólo el 3% es agua dulce, la mayoría está en forma de hielo en los casquetes polares por lo que el agua dulce disponible es del 1%.

Controlar el uso que hacemos de ese 1% del agua dulce disponible es fundamental para garantizar un futuro a este planeta azul. El concepto de Huella Hídrica nos permite evaluar el uso que hacemos del agua y de ese modo poder controlar y mejorar el aprovechamiento de este preciado recurso natural.

La Huella Hídrica es un concepto relativamente nuevo que nos permite cuantificar el uso de agua directo e indirecto que tiene un individuo, una empresa, una comunidad, un país o un producto.

Te invito a calcular tu Huella Hídrica con esta calculadora de Huella Hídrica directa para individuos. Te pedirá unos datos de partida sobre tu forma de vida, uso del agua en casa, alimentación, si tienes coche... y te dará tu consumo anual directo de agua en litros. Además de ese uso directo del agua hay un uso indirecto en cada producto que compras: muebles, ropa... Por ejemplo, una camiseta de algodón tiene una huella hídrica de 2700 litros de agua.

El concepto de Huella Hídrica fue creado por el profesor Arjen Hoekstra en 2002 (Holanda). Con el tiempo han surgido nuevas iniciativas como la Water Footprint Network (WFN) o la ISO 14046 aportando nuevos enfoques al concepto de huella hídrica.

La Huella Hídrica es el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir los productos o servicios e incluye el agua evaporada, la que se incorpora al producto y el agua contaminada. Es decir, el concepto de huella hídrica tiene en cuenta el uso directo e indirecto de agua.

El concepto de Huella Hídrica es un indicador clave a la hora de evaluar el uso de los recursos que

hace el hombre, es decir, es un indicador del nivel de sostenibilidad del uso de los recursos.

La Huella Hídrica de las prendas que vestimos es realmente grande. Por un lado está el agua necesaria

para el cultivo del algodón, principal materia prima de la industria textil. A este agua debemos sumar el

agua necesaria para fabricar el resto de materiales necesarios para crear las prendas, tintes, botones,

cremalleras... Y por supuesto el agua que se contamina tanto en el cultivo del algodón como el agua que

se contamina durante el proceso industrial de producción del tejido y de las prendas.

El modelo Fast Fashion es muy contaminante y muy poco sostenible.

La huella hídrica se puede dividir en 3 subconceptos:

Huella hídrica verde: agua de lluvia que se incorpora al producto. En el caso de una prenda es el agua de lluvia que utiliza el cultivo de algodón para desarrollarse.
Huella hídrica azul: agua dulce empleada por ejemplo para regar el algodón, para teñir los tejidos...
Huella hídrica gris: el agua que resulta contaminada durante el proceso El concepto de Huella Hídrica es clave para evaluar la sotenibilidad de las empresas y junto con el concepto de huella de carbono dan una visión completa del impacto de la actividad empresarial en el medio.

Es un concepto que tiene dimensión temporal y espacial ya que evalúa el uso del agua en un momento y en un lugar concretos.

Cuando se dice que la prenda más sostenible es la que ya está en tu armario es por estos conceptos de huella hídrica y huella de carbono. Esa prenda ya generó su Huella Hídrica y de Carbono, usarla ahora no va a suponer un impacto adicional al planeta. Comprar una prenda nueva supone utilizar nuevos recursos hidricos y además contaminar el agua y el aire de un modo muy poco controlado porque la industria textil es la segunda más contaminante.

La idea de este post es darte una razón más para intentar hacer que tu armario y tus prendas sean lo más sostenibles posibles. Recuerda que lo importante en esto de la sostenibilidad es REDUCIR, compramos demasiado. Por supuesto, debemos REUTILIZAR todo lo que ya tenemos, y por último COMPRAR MEJOR. Comprar de segunda mano, comprar marcas que sí optimizan el uso de los recursos en sus procesos, que tratan bien a sus trabajadores... Ese es nuestro poder como consumidores para cambiar el mundo. Más info sobre el uso sostenible del agua en: