Pintura y poco más han hecho que este escritorio básico de madera de pino parezca otro.
Buscaba una mesa de estilo como de casita de campo inglés para el cuarto de la peque. Y quería hacerla a partir de una mesa de segunda mano. Localicé varias en Wallapop. Pero me acordé de una mesa de estudio que mis padres tenían en el pueblo. Llevaba años en el ático sin utilizarse.
El cambio ha sido espectacular. Es imposible reconocer en esta mesa aquella mesa que hace 35 años o más tenía en mi dormitorio. Y por cierto, ¿a quién se le ocurrió que el pino necesitaba un barniz naranja para ser bonito? El color miel de los muebles de madera es uno de las cosas que menos gustan.
Materiales:
- Escritorio viejuno
- Lija fina
- Pasta de madera
- Espátula
- Esmalte al agua ecológico de Titanlux satinado, mi favorito.
- Brocha
- Listones de madera
- Tornillos
- Tiradores metálicos
- Taladro
Escritorio antes de ser transformado:
1. Conseguir un efecto natural y envejecido en el tablero.
Lo primero es eliminar el barniz anaranjado. Lo puedes hacer de dos maneras: lijando o usando un decapante. Yo he elegido la primera opción porque es más barata. Usé dos papeles de lija de la lijadora eléctrica, no llegará al euro. La segunda opción es mucho más rápida pero el bote de decapante de 750 ml cuesta unos 15 € y yo el día que lo necesitaba no encontré un bote más pequeño.
La madera natural de pino es muy clarita, para darle ese aspecto más envejecido la he teñido con betún de judea disuelto en aguarrás. Lo aplicas con una brocha como te contaba en ese post sobre hacer unas tablas de madera para la cocina.
Para terminar, protejo la madera con un barniz satinado al agua. Un par de manos que aplico con brocha para marcar más el efecto de madera vieja.
2. Cambio de tiradores
Era una de las cosas que menos me gustaban de este escritorio. Al ir a cambiarlos ví que no estaban atornillados. Llevaban un tubillón de madera encolado. Para sacarlos se dan unos golpes con un mazo de goma para soltarlo un poco y luego se giran y sacan con la mano.
En uno se me quedó el tubillón dentro y lo serré. El hueco se tapa con masilla para madera. Una vez seca la masilla se lija con la lija fina. Antes de pintar hago los dos agujeros de cada tirador.
TIP: Coloca un tubillón que rellene parte del hueco para facilitar el llenado del agujero con masilla de madera.Elegidos los nuevos tiradores, hago los agujeros antes de pintar.
3. Patas nuevas en un lateral
El hueco que el escritorio dejaba para la silla era bastante pequeño. He cambiado el módulo lateral con baldas por unas patas que he fabricado con un listón. Así la silla entra sin problemas y resulta más cómodo.
He usado listón cepillado de Leroy Merlin de 240 mm de largo y está montado con unos tornillos de 45 mm de largo. Disimulo las cabezas de los tornillos con masilla de madera.
4. Cambio de color
Quería pintar la mesa de un tono alegre y bastante neutro para no condicionar la decoración. Me decanté por un verde eucalipto pero no lo encontré en la gama de colores de mi esmalte al agua favorito, el ecológico de Titanlux. Así que mezclé varios colores de los que tenía en casa para conseguir el tono deseado.
Tenía esmalte en color blanco, negro, azul profundo y otros colores pero que no me servían para conseguir este verde. No tenía amarillo y en lugar de comprar un bote de esmalte compré un bote de tinte al agua para pintura, cuesta menos de dos euros y para crear el color es perfecto.
TIP: Si mezclas amarillo y negro obtienes un verde caqui, tipo militar o camuflaje. Yo le añadí azul y blanco para conseguir el tono eucalipto que buscaba.
Este esmalte lo aplico a brocha, nivela tan bien que una vez seco parece pintado a rodillo o pistola. He aplicado dos capas. Antes de pintar paso una lija muy fina como si limpiara el mueble. El proceso es similar al de este post sobre pintar un armario de blanco.
Si quieres más info sobre tipos de pinturas para muebles, echa un vistazo a este post: Tipos de pinturas.
5. Montaje final
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