¿Tus puertas están pidiendo a gritos un cambio, pero no quieres invertir en unas nuevas? Pintarlas puede ser una solución económica y creativa para darles una nueva vida. Con las herramientas adecuadas y un poco de paciencia, transformarás tus puertas en auténticas joyas decorativas que parecerán recién salidas de fábrica. En este post, te guiaré paso a paso para que logres un acabado profesional desde la comodidad de tu casa. ¡Manos a la obra!
Cómo pintar tus puertas y dejarlas como nuevas: Guía fácil paso a paso
¿Tienes puertas en casa que necesitan un cambio? Con un poco de tiempo y cariño, puedes transformarlas y darles una segunda vida sin gastar mucho. Aquí te cuento el proceso paso a paso:
Otras ideas para mejorar tu casa reutilizando y usando solo pintura. Puedes pintar metal, madera y melamina, polipiel... Es el poder y la magia de la pintura, la forma más barata de renovar tu casa y tus muebles:
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COMO PINTAR MUEBLES DE PLÁSTICO |
Materiales necesarios para pintar puertas:
- Cinta de carrocero.
- Limpiador multiuso o agua con jabón.
- Lija fina (opcional).
- Imprimación (opcional, según el estado de la puerta).
- Rodillo y brocha.
- Esmalte al agua (elígelo según el acabado que prefieras).
- Trapos limpios.
- Papel o plástico para cubrir el suelo.
Pasos a seguir para pintar puertas como un profesional:
1. Prepara el área y protege lo que no quieres pintar: Coloca cinta de carrocero alrededor de los bordes, bisagras y manillas para protegerlas de la pintura. También puedes retirar las manillas si es posible. Protege el suelo con papel o plástico.
2. Limpia bien la puerta: Asegúrate de que la superficie esté libre de polvo, grasa o suciedad. Usa un limpiador multiuso o agua jabonosa, y deja secar por completo. Es el momento de tapar agujeros o zonas dañadas con masilla. En mi caso no fue necesario porque las puertas estaban en muy estado. Pero si es necesario cubrir zonas con golpes aplica masilla de madera, deja secar y pasa la lija.
3. Lija y aplica imprimación (opcional): Si la puerta tiene irregularidades o un barniz antiguo, lija ligeramente con papel de lija fina para que la pintura se adhiera mejor. Si crees que es necesario, aplica una capa de imprimación para un acabado más profesional.
4. ¡Hora de pintar! Usa un rodillo para cubrir las superficies planas y una brocha para los detalles o bordes. Aplica una capa fina de esmalte al agua y deja secar completamente entre capas. Esto puede tardar varias horas, así que ten paciencia.
5. Aplica un mínimo de 3 capas: Para obtener un acabado uniforme y resistente, es recomendable aplicar al menos tres capas de pintura. Trabaja con calma y verifica que cada capa esté seca antes de aplicar la siguiente. En este caso fueron necesarias 4 capas porque el color de partida era muy oscuro. Si tus puertas son de color roble por ejemplo, 3 capas puede que sean suficientes.
6. Remata los detalles: Una vez que la última capa esté seca, retira la cinta de carrocero con cuidado. 7. Reinstala las manillas y admira el resultado: ¡puertas que parecen nuevas! Y este pasillo ha ganado mucha luminosidad.

Consejo extra: Pintar tus puertas es una manera sostenible de mejorar la decoración de tu casa. Si son oscuras y las pintas de blanco como hice yo el cambio es espectacular porque los pasillos ganan mucha luz. Si te gustan los colores no te limites al blanco, unas puertas de color llamativo como amarillo o azul darán mucha personalidad a tu casa.
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